CrazyDonut4557's avatar

CrazyDonut4557

PEPINOS.
373 Watchers390 Deviations
15.6K
Pageviews

a lil tag

1 min read
I got tagged by: :iconfairlylocalemo: 

How to play: Come up with a song for every letter of your username, tag as many people you have letters in your username

C: COPYCAT - Billie Eilish
R: Ruby - Twenty One Pilots
A: A Car, A Torch, A Death - Twenty One Pilots
Z: Shit i don't listen to any song with that letter
Y: You're Not There - Lukas Graham 
D:  Doubt - Twenty One Pilots
O: Oh, Ms.Believer - Twenty One Pilots 
N: Numb - Pink
U: Uh Huh - Julia Michaels 
T: The Wolf - SIAMÉS
4:
5:
5:
7:

Oh well, i don't have a song for those numbers. I also hate my name :c

I don't have any people to tag, i'm a lonely crab.
Join the community to add your comment. Already a deviant? Log In
Más que nada la publico acá porque...porque sí.(?)
Sólo quería publicarla por si se me llega a borrar (lo he escrito en las notas del celular, y ya se me ha borrado una vez :'v <(3)
Así que, sin más preámbulos...mi historia boluda que escribí sin propósito alguno, pero que quiero seguir.

Capítulo 1: Sólo una casualidad 

La niña pegó un salto de la cama cuando despertó y dirigió su vista hacia el reloj, iba a llegar tarde a su primer día de clases. Su madre le estaba gritando desde la cocina. Corrió hasta el baño, se arregló lo más rápido que pudo, bueno, como si le tomara tanto...luego de eso se puso su uniforme, odiaba usar falda, se veía ridícula usándola, pero no había tiempo para quejarse. Tomó su mochila y bajó a las apuradas.
—¡Ya me voy!—Le decía a su madre mientras se dirigía a la puerta, pero antes de que pudiera abrirla, su madre intervino.
—¡¿Sin haber desayunado?! 
—¡No hay tiempo! —Abrió la puerta y salió corriendo. Tardó mucho tiempo en llegar, mejor tarde que nunca, ¿no? Cuando logró entrar a la escuela, se encontró con pasillos totalmente deshabitados, ni un alma recorría aquél lugar, sólo una impuntual. No tenía ni la menor idea de dónde quedaba su clase, pero para su suerte, encontró a una profesora que rondaba por los pasillos con un par de papeles en mano. La mujer le indicó dónde quedaba su clase, la niña se fue sin antes haberle agradecido.
Cuando la encontró, sus nervios empezaron a hacerse visibles. Estaba frente a un portal que llevaría a la humillación, si abría esa puerta sabía que formaría parte de las burlas de sus compañeros. Pero sin más, tragó saliva y se introdujo en el salón captando las miradas de todos los estudiantes, incluyendo el profesor.
—Siento haber llegad...—Antes de poder terminar de disculparse, el profesor le interrumpió.
—Ya, siéntate.—Le contestó de mala gana, ¿qué era de esperarse del típico profesor amargado que ni el primer día puede ser un poco más ''dulce'' con sus alumnos?
Sin tener nada más que decir, caminó hasta el fondo del salón, escuchando las risas de sus estúpidos compañeros, como si fuera el gran chiste del año. Siguieron riéndose hasta que el profesor les calló de una vez. Lo único que podía agradecer es que no le regañó.
Las horas pasaron hasta la hora del almuerzo, y cuando se dio cuenta, todos en el salón ya se habían ido. Se levantó de la silla y se fue directo a los pasillos.
Mientras más caminaba por aquellos pasillos, más se alejaba de todo el ruido que causaban los estudiantes que se encontraban allí. Era aliviante, parecía que era el lugar menos deseado para estar.
Dejó de caminar por un momento, justo frente a sus ojos se hallaba una puerta bastante descuidada, tenía un papel viejo en el que estaba escrito algo, pero no podía leerse con claridad. La curiosidad la invadió, y no dudó en abrir esa puerta. Se encontró con un lugar bastante espacioso en el que habían varios estantes repletos de libros, era la biblioteca que nunca nadie visitó, su ambiente era sombrío, parecía que nadie había entrado en ese lugar desde hace mucho tiempo. Le causaba escalofríos, se veía tan...muerto, literalmente, parecía que alguien había muerto allí.
De repente algo hizo que dejara de sumergirse en sus pensamientos, empezaban a escucharse golpes en el fondo de aquel lugar. Se decidió por ir a ver qué era lo que ocurría, pero antes de que pudiera acercarse a ver alguien la tomó por detrás y la llevó a la fuerza hacía donde provenían los golpes. Trató de liberarse, pero era imposible, quien la estaba tomando de los brazos tenía bastante fuerza. Los golpes resonaban cada vez más en su cabeza, se podían escuchar también a alguien riéndose, ¡¿qué demonios está pasando?! Cuando por fin pudo verlo, quería creer que sus ojos le jugaban una mala broma, pero esto pasaba en verdad. Varios chicos que por lo que podía ver, eran mayores, estaban golpeando brutalmente a un pobre joven.
—Oigan, me parece que alguien nos estaba vigilando—Decía en un tono burlón quien la tomaba por los brazos, captando la atención de los demás, dejando un pequeño silencio.
—Oh, qué tenemos aquí—Uno de ellos se acercó hasta la niña y la tomó del mentón, observándola de reojo.— Díganme muchachos, ¿quién quiere ser el primero en desfigurarle la cara a ésta pobre niña? —Todos empezaron a reír, como si fuera una simple broma, pero para ella no era ningún asunto de gracia.
Se quedó totalmente petrificada al oír eso, el miedo le recorrió todo el cuerpo, causando que su respiración se torne agitada.
—¿De verdad no puedes ser más patético? —Cuestionó el joven que estaba siendo agredido hace un par de segundos. Apenas podía escucharse lo que le dijo, pero según la expresión del otro podía notarse que lo escuchó con claridad. 
—¿Qué dijiste, bastardo? —Rápidamente se acercó a él, pateándolo en el estómago sin piedad alguna.
Se quejó de la fuerte patada que recibió, pero no dudó en contestarle— No puedo creer que hayas caído tan bajo como para querer golpear a una niña—Luego de eso, lo golpeó de nuevo, pero ésta vez en la cara.
—¿Y a ti qué? Me importa una mierda lo que digas.—Luego de eso, otro de los que le agredían le interrumpió.
—¿No te parece...que estás exagerando? 
—No lo sé, ya me cansé de golpearlo tanto por hoy, quizás otro día vuelva. Espero traigas a tu amiga, idiota, quizás pueda unirse a la diversión...—Tenía una sonrisa de oreja a oreja, mientras hacía una seña con la mano a sus ''compañeros'' para que se vayan.
La niña se sentía un poco aliviada, se había salvado de una buena paliza, pero no por mucho tiempo. Notó que quien la sostenía por detrás se había ido, sentía un pequeño dolor punzante en ambos brazos, pero no era para darle importancia. Al instante fue a ayudar al pobre chico para que se levantara del piso. Estaba sangrando, apenas podía moverse. Aunque no lo conociera, se sentía muy mal por él.
—Ven, deja que te ayude, te llevaré a la enfermerí...—Antes de poder terminar de hablar, él la interrumpió.
—Gracias, pero prefiero que me dejes aquí, estaré bien.
—No quiero dejarte así...
—Como si te importara mi condición, además, ¿qué hará la enfermera? Simplemente vendar las heridas, puedo hacer eso por mi cuenta cuando llegue a mi casa.
—Buen punto...puede que no te conozca, pero siento que estaría mal no ayudarte.
—Te agradezco de todas formas, ha pasado tiempo desde que alguien no me ofrecía ayuda. Bueno, sólo me iré a mi casa.—Trató de sostenerse por su cuenta, pero lo único que logró fue tropezarse debido a su inestabilidad. Antes de que su cuerpo toque el suelo la niña lo sostuvo.
—No creo que sea posible, faltan dos horas para que las clases finalicen—Comentó, tratando de no dejarlo caer.
—Joder...tendré que quedarme aquí por dos horas.—Soltó un suspiro.
—Si quieres puedo quedarme aquí contigo.
—¿De verdad harás eso?
—¿Por qué no? Además, ni quería volver a ver los estúpidos rostros de mis compañeros de curso.
Luego de eso, ambos se sentaron en el piso. Ninguno se atrevió a decir algo más, sólo disfrutaron del silencio sentados en el frío suelo.
—Dime, ¿quiénes eran los que te hicieron ésto? —Su voz temblaba, no sabía si preguntarle eso sería correcto, pero quería romper el silencio de alguna manera, ya empezaba a incomodarse.
—Sólo un grupo de idiotas, aunque antes era uno de esos ''idiotas'', era muy estúpido en ese momento...—Varios recuerdos pasaron por su mente luego de aquello, podía recordar todo el daño que ha causado a esas personas que no lo merecían.
—Oh..disculpa...—Se disculpó sin razón. Varias ideas llegaron a su cabeza cuando escuchó su respuesta, le hizo imaginar lo que él sería capaz de hacer, pero no le tenía miedo alguno.— Si es así, ¿por qué dejas que te golpeen?
—Aunque lo haga, no puedo escapar de ellos, no creo que una persona pueda contra tantos.—Después de la época de su ''estupidez'' no quería golpear a nadie más, sin importar cuán hijo de puta sea quien lo agreda.
—Ya veo...—No supo qué decirle, lo consideraba algo ilógico, pero al mismo tiempo entendía que no podría escapar de un gran grupo de ''monos salvajes''.
—Sabes...me agradas.—Le dedicó una sonrisa a la pequeña.
—Tú también me agradas, a pesar de que apenas te conozca...
Él le observó por un minuto, no podía evitar ver esos preciosos ojos verdes que tenía.
—¿Qué ocurre? —Preguntó algo confundida.
—No es nada.—Agregó— Es sólo que...—Al instante se acercó a la niña, dándole un beso en los labios. Estaba pálida, sus mejillas comenzaban a pintarse de un color rojo, se cubrió el rostro de lo avergonzada que estaba.
—¡¿Por qué hiciste eso?! —Preguntó algo enfadada. A pesar de su enojo, al joven le causaba ternura su reacción.
—No sé, sólo quería hacerlo—Le sonreía, qué linda era, parecía como si fuera a reventar de lo nerviosa que estaba, qué exagerada que es.
—¿Osea que sólo besas a alguien porque sí? —Se sacó las manos de la cara cuando lo dijo, ¿qué demonios le pasaba? Apenas la conocía.
—Nunca había besado a alguien antes.
No respondió, se quedó en silencio luego de eso. Era la primera vez que recibía ese tipo de afecto.
—Te ves linda cuando te pones nerviosa.—Soltaba una pequeña risa. Ella no le contestó, sólo siguió en silencio.
Pasaron el resto del tiempo así, ella hundiéndose en sus pensamientos extraños, él observándole cada tanto, mientras trataba de no quejarse del dolor que sentía cuando se movía.
Cuando el final de las clases llegó por fin, se levantaron del suelo. La menor le ayudaba a levantarse, para así poder llevarlo fuera de esa empolvada y oscura biblioteca.
—¿Quieres que vaya a por tu mochila? Necesito ir a por mis cosas.—Él le asintió con la cabeza, le indicó dónde quedaba su salón, sin antes haberle agradecido.
Una vez fuera de la escuela, le llevó hasta su casa siguiendo las indicaciones que le daba para llegar. Estando finalmente allí, el mayor le agradeció con otro beso en los labios, ella sólo le entregó su mochila y se fue algo avergonzada directo a su casa.
—Hola hija, ¿cómo te fue? —Preguntaba su madre, quien la recibió en la puerta.
—Bien...nada interesante.—Haber estado a punto de ser golpeada por un grupo de ''monos'' no era lo suficientemente interesante como para contárselo a su madre.
Se quedó en su habitación el resto del día, usando su celular, como todos los días. No podía sacar de su cabeza a ese chico, le daba curiosidad conocer su historia. esperaba poder hablar con el chico que encontró por sólo una casualidad.
Join the community to add your comment. Already a deviant? Log In
Featured

a lil tag by CrazyDonut4557, journal

Una historia boluda escrita por una boluda. by CrazyDonut4557, journal